A lo largo de mí llamado y formación por la misericordia de Dios en el Evangelio, he escuchado la frase: " No puede estar triste un corazón que alabe a Cristo". Frase que hace resonancia en el tiempo y que muchos la repetimos en el pasado cómo loros sin mente analítica ni criterio. Pero cuándo la luz del conocimiento de la verdad nos alumbra, no podemos ni repetir lo que se nos enseñó por error, ni mucho menos lo que contradice la palabra de Dios. Esta es precisamente una frase que es contradictoria con lo establecido en la palabra de Dios cómo por ejemplo:
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
S. Juan 16:33
El mismo Jesús nos dice que estaremos afligidos por diversas circunstancias, pero que el venció, por lo tanto NO dice que no estaremos tristes.
Otro ejemplo que podríamos citar es:
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.
Salmos 34:19 Este versículo escrito por el salmista David, tiene una fuerte conexión con lo que nos dijo el maestro Jesús en el versículo de Juan 16:33; es exactamente lo mismo expresado por seres diferentes, pero unidos en un mismo espíritu, aunque con varios siglos de diferencia.
En ese mismo tenor Jesús mismo en el momento de la transfiguración, la biblia establece que la tristeza y aflicción que Jesús sentía era tan grande su sudor caía a la tierra cómo gotas de sangre. Hecho irrefutable que demuestra que un corazón que alaba a Cristo, sí puede estar triste, sí va atravesar estados de aflicción y dolor, por diversas razones, pero de todas ellas les librará Jehová cómo dice la palabra de Dios.
Concluyo ésta breve reflexión o si se quiere análisis estableciendo lo siguiente:
Toda frase, costumbre, dogma o regla que llevada a la luz de la palabra contradiga la misma, No debe ser repetida, ni acuñada ni compartida.
La Paz de Dios sea con ustedes
Meditando en el espíritu
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