¿En algún momento le has pedido a Dios en oración: Padre ordena mi vida, mis pasos, mi entorno? Y cuando Dios empieza a ordenar, entonces nos sentimos turbados.
Realmente a veces pedimos y cuando recibimos su respuesta (no como quisiéramos) reaccionamos con asombro, tristeza y dudas.
Esto nos enseña que Dios sí escucha, responde y actúa en su perfecta voluntad. Aún cuando no puedas entenderlo.
La fórmula de Dios es: primero traer orden; en segundo lugar, Dios llena; luego, bendice; y, entonces, multiplica.
A veces duele cuando somos movidos a su propósito, pero Dios tiene el control aun en medio de la confusión, aún en la tristeza.
Deja que sea Él quien guíe tu vida, y en aquellos momentos que llamados “difíciles”, Dios en su soberanía ordenará cada paso, para que su propósito se cumpla en ti.
Recuerda lo que dice en Salmos 37:5
“Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en Él; y Él hará.”
La próxima vez que pidas a Dios que ordene tu vida, prepárate a ser movido, a ver romper esquemas, a que tu mundo de un giro inesperado. Aunque sea fuerte el proceso, sabes que cada cambio es para que su propósito se cumpla en tu vida.
Te invito a que a partir de hoy, camines de mano a la voluntad perfecta de Dios, y si algo en el proceso te preocupa, solo agárrate mas fuerte de Dios y verás su gloria en tu vida.
Recuerda: todo obra para bien. 😊
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