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  • Foto del escritorLeticia R. Pavón

¡Empuja!


Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó su habitación y apareció Dios.  El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseño una gran roca en el patio de su casa.  Le explicó que debía empujar la piedra con toda su fuerza.


 El hombre hizo lo que el Señor le pidió. Por muchos años, día a día, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas…Y ésta no se movía.


Todas las noches el hombre regresaba a su casa muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano.


Como empezó a sentirse frustrado, Satanás entró en el juego trayendo pensamientos a su mente tales como: " Haz estado empujando esa roca por mucho tiempo y no se ha movido”, “¿Por qué esforzarte todo el día es esta tarea imposible?, ¡deja ya de empujar!


El hombre pensó en poner en práctica esto que le decía el enemigo,  porque estaba frustrado y cansado pero antes decidió hablar con Dios del tema y confesarle sus sentimientos.


Y le dijo: “Señor he trabajado duro mucho tiempo. He empleado mis fuerzas para conseguir lo que me pediste, pero aun así no he podido mover la roca ni por unos milímetros, ¿Señor, qué pasa? ¿Por qué he fracasado?”


El Señor le respondió con compasión y ternura:

"Querido hijo cuando te pedí que me sirvieras y tu aceptaste, te dije que tu tarea era empujar la roca con todas tus fuerzas y lo has hecho muy bien. ¡Nunca dije que esperaba que la movieras! Tu tarea era empujar.


Ahora vienes a mi sin fuerzas a decirme que haz fracasado, pero… ¿En realidad fracasaste?

Mira ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto firmes y duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez.


Cierto hijo, no has movido la roca, pero tu misión era empujar y confiar en mí, eso lo has conseguido. Ahora querido hijo yo moveré la roca, dice el Señor.


Hermanos, cuando todo parezca mal… solo empuja.

Cuando estés agotado por el trabajo… solo empuja.

Cuando la gente no se comporte de la forma que te gustaría…solo empuja.

Cando te traicionen... Solo empuja

Cuando no tienes dinero para pagar tus cuentas…solo empuja.

Cuando te sientas sin fuerzas para seguir…solo empuja.


Debemos ejercitar esa fe que mueve montañas sabiendo que al final quien las moverá será Dios.


Es tiempo de confiar en Dios.


—¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? —le contestó Jesús.

Juan 11:40 | NVI | Jesús

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