Estaba adorando al Señor con mi guitarra antes de dormir. Había una atmósfera preciosa, una presencia del Espíritu Santo poderosa que me visitaba en mi habitación. De repente empiezo a cantar suavemente la canción: "Cómo Zaqueo" y sentí mucho más fuego, mucho más presencia de Dios.
El Espíritu Santo trae a mi memoria a Lucas 19:4 para enseñarme que no basta con el deseo de querer conocer a Jesús, no basta con la intención de hacer su voluntad, lo más importante es dar pasos que te hagan ser notorio ante Jesús. Hacer cosas fuera de lo común para provocar que El padre desde su trono, Jesús a su diestra, el Espíritu Santo, los ángeles muevan el cielo a tu favor.
La palabra nos relata que Zaqueo al enterarse que Jesús había de pasar por allí, subió a un árbol sicómoro, pues él era bajo de estatura. Probablemente había más personas bajas de estatura, pero no había nadie más en ese entorno, que tuviera tanta necesidad de ver a Jesús como Zaqueo, necesidad que lo movió a hacer algo extraordinario y que movió a Jesús a revelar el plan de salvación para Zaqueo y su casa.
El Espíritu Santo me enseñó qué mientras más corramos hacia Jesús, mientras más despojo del viejo hombre haya, más crecemos espiritualmente, mientras más altos estemos, más el maestro Jesús será conmovido por nuestra entrega, nuestra fé y nuestra santidad.
¡Dios les bendiga!
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